Empezó cuando elegiste cruzar la calle para caminar por la sombra antes que por el sol, cuando empezaste a comerte helados o granizados de postre, cuando en tu skincare mañanera (aka: lavarte la cara medio dormida) decidiste ponerte protector solar. Empezó cuando soltaste un "joder, qué calor", o cuando para bajar al súper ya no cogiste esa chaquetilla que hasta ahora te acompañaba, porque sabes que a mediodía vas a sudar. Ah, y también empezó cuando subiste al transporte público y pensaste que estaría bien que algunas personas invirtieran en desodorante.
Lo peor de todo es que parece que cada año estos hábitos, rutinas, pequeños rituales y maldiciones al calor se adelantan... o tal vez (también) nos estamos haciendo mayores. Yo, personalmente, cada año lo noto más.
Y mientras nosotros cambiamos nuestras costumbres para adaptarnos al calor siendo más sostenibles, hay algo que no cambia: que aún así el planeta Tierra se está yendo a la mierda. Que aunque una persona se esfuerce en no contaminar -en tomarse 5 segundos de más para procesar si el tetrabrik iba en el azul o en el amarillo, en preferir ir en bici, o en transporte público, o en comprar local-, el problema sigue ahí, creciendo, mientras las multinacionales y quienes manejan el cotarro siguen explotando recursos y personas. Que aunque una vaca se tire un pedo o uses desodorante sin spray, eso no compensa fábricas contaminando sin control ni viajes al espacio de 11 minutos por ocio.
Aun así, ese granito de arena importa. Porque más allá del impacto individual, hay algo que crece: el pensamiento de comunidad, la conciencia de que no estamos solos, de que queremos dejar una tierra mejor para quienes ya están y para quienes vendrán. Cuidar la Tierra, aunque sea cerrar el grifo mientras te cepillas los dientes, es un acto de generosidad.
Y como cada pequeño gesto cuenta, también lo hace cuidarnos en este verano que ya se siente en los huesos. Para hacerlo más llevadero, hemos traído a Gnomo... abanicos. Sí, los abanicos nunca fallan. Abanicos de madera y tela: para que te hagas viento mientras caminas, y a la vez, te cagues en el Puto Calor sin tener que decir ni una palabra.
Más cosas: Únete a nuestra pandilla de Telegram porque queremos hablar de trucos para combatir el calor y esto te interesa.